El verano, que conlleva altas temperaturas y, sobre todo, vacaciones (viajes, horarios, cambios de entorno, etc.), puede ser un momento en el que las madres lactantes experimenten algunas dudas sobre cómo amamantar a sus bebés. Temores que la Dra. Leticia Ruiz, del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, ayuda a disipar en un artículo publicado en el suplemento de salud Cuídate Plus, de diario Marca.
Dar el pecho, comenta la especialista, solo tiene ventajas para la mamá y beneficios para el bebé. En el caso del recién nacido, no solo porque la leche materna sea fácil de conseguir y accesible o porque resulte inocua y posea anticuerpos que protegen al lactante de ciertas enfermedades, sino también porque “les da todos los nutrientes que necesitan para un desarrollo sano (no contiene sal y aporta azúcar, proteínas y grasas en cantidades óptimas)”, además de mejorar su desarrollo psicomotor e intelectual.
En el caso de la madre, detalla la Dra. Ruiz, “permite al útero volver a su situación de base de forma más precoz. Además, reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario y ayuda a la madre a recuperar más rápidamente su peso anterior al embarazo. Además de todos los beneficios psicológicos, fortaleciendo el vínculo entre madre e hijo”. De igual modo reduce el riesgo de anemia y de sufrir enfermedades cardiovasculares.
¿Agua además de leche materna?
A la pregunta de si la madre tendrá suficiente leche o si debe ofrecer además agua al pequeño, la neonatóloga abunda: “Casi el 90 por ciento del contenido de la leche materna es agua, y por tanto, los lactantes ya tendrían sus necesidades hídricas cubiertas. Serían las madres las que necesitarían aumentar su ingesta hídrica durante el verano (junto con una dieta sana y equilibrada) algo más de lo que deberíamos hacerlo el resto de personas”.
Consejos para amamantar en verano
“Es cierto que el calor produce más somnolencia (nos ocurre a todos) y los lactantes pueden reclamar menos. Por eso los pediatras recomendamos ofrecer el pecho de manera más frecuente, aunque las tomas sean más cortas en el tiempo”, afirma la Dra. Ruiz. De igual modo, es muy importante dar el pecho en lugares frescos e intentar que la ropa de la madre y el bebé sea ligera, pues el amamantamiento aumenta la temperatura corporal.
En caso de viaje
Por último, ¿qué hacer si la madre va a viajar? ¿Cómo conservar la leche de forma correcta? Lo más importante es que después de extraerla se introduzca en el refrigerador, donde puede permanecer de 3 a 5 días. Si hay que transportarla de un sitio a otro, lo más práctico es emplear una nevera portátil con bloques de hielo. Transcurrido ese tiempo en el frigorífico, es posible congelarla para su conservación durante 3 a 6 meses, en función de la capacidad de enfriamiento del congelador.
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