Este año el cambio horario va a costar más a los niños, puesto que se produce cuando ya han empezado las vacaciones escolares. El cerebro de los niños y de los más mayores es el más afectado por el cambio de hora y a esto hay que sumar que en las vacaciones escolares puede ser más complicado realizar la adaptación al nuevo horario, al no existir una imposición externa, como es ir al colegio, para mantener la rutina. “Los adultos también lo van a sufrir, puesto que con las vacaciones se necesitará un mayor esfuerzo para reorganizar la actividad rutinaria”, explica el Dr. Francisco Gilo, del Servicio de Neurología del Instituto de Neurociencias Avanzadas Madrid -INEAMAD del Hospital Nuestra Señora del Rosario.