El martes 18 de junio, la sala de conferencias del hospital fue escenario de un emotivo y muy sentido homenaje póstumo al Dr. Juan Viaño, quien fuera impulsor del Servicio de Resonancia Magnética y TC, que creó en 1992 y que convirtió en pionero en la sanidad privada madrileña al incorporar desde el primer momento la tecnología más avanzada en este campo. Recientemente fallecido, su figura, sus logros, su grandeza humana, su excelencia médica…fueron rememorados por quienes fueron sus compañeros y cómplices en sus casi tres décadas de dedicación y entrega a la medicina y a los pacientes desde el Hospital Nuestra Señora del Rosario.

Tras la bienvenida del Dr. Antonio Cerdá, director médico del centro, en la que subrayó que la huella del Dr. Viaño “es el verdadero homenaje a su persona”, tomó la palabra el Dr. Buenaventura Anciones, jefe del Servicio de Neurología, quien compartió con los presentes los recuerdos que les unían y los momentos buenos y malos vividos, en una intervención que fue como un diálogo con el homenajeado: “Reivindico tu capacidad creativa, Juan, y echo de menos a gente como tú”. Según subrayó, “nadie hizo tanto por la medicina y eso es decir por los enfermos”. Y concluyó: “Queda una memoria dolorida”.

Por su parte, el Dr. Eliseo Vañó, que ha tomado el relevo del Dr. Viaño como jefe del Servicio de Resonancia Magnética y TC, repasó la trayectoria de quien había nacido un 14 de febrero de 1942 en La Habana, ciudad que abandonó para trasladarse a España siendo un muchacho. Recordó su formación en Neurología y Radiología, su paso por distintos hospitales públicos y privados españoles y no dudó en calificarlo como “el mejor neurorradiólogo de nuestro país”. Según el Dr. Vañó, “gracias a él contamos en el Hospital Nuestra Señora del Rosario con un servicio líder, de primer nivel, basado en la calidad, en el que trabajan 50 personas” dedicadas por entero a la salud de los pacientes.

Entrañable y muy emotiva resultó la intervención de Elena Izal Linares, viuda del Dr. Viaño, quien quiso subrayar su valía, su excelencia y su grandeza humana: “Vamos a mantener su memoria y su especial manera de ser médico”. El acto concluyó con la entrega a ella de una placa conmemorativa por parte del gerente del centro, Tomás Martínez Chacón, quien aludió a los 40 años de amistad que le vincularon al doctor homenajeado.


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