La apnea es una parada o cese de la respiración. En el caso de la apnea obstructiva del sueño (AOS) estamos ante un trastorno común que afecta a millones de personas en todo el mundo (concretamente un 20 % de la población) y que es más frecuente en los varones en una proporción de 3 a 1. Así lo explica el Dr. Pablo Ortiz, jefe del Equipo de Otorrinos Dr. Ortiz, del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, quien alerta de que “puede tener graves consecuencias para la salud si no se trata” y de ahí la importancia de un diagnóstico y un tratamiento precoces.

Sus síntomas nocturnos son:

  • Ronquido. Síntoma principal, ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan y bloquean las vías respiratorias, lo que ocurre de manera intermitente al dormir. Acarrea problemas sociales, pero no orgánicos.
  • Apnea: El ronquido de la AOS está fragmentado por episodios de silencio, de una duración de 10 segundos a más de un minuto, y finaliza con un ruido fuerte y movimientos corporales bruscos.
  • Episodio de ahogo.
  • Nicturia (adultos) y enuresis (niños).
  • Pesadillas.
  • Insomnio.
  • Microdespertares, que producen un sueño poco reparador.

Según detalla este prestigioso otorrino, durante las horas diurnas las personas que sufren AOS presentan somnolencia, cansancio crónico, fatiga y falta de energía, boca seca al despertarse, cefalea, disminución del rendimiento cognitivo, con una pérdida de memoria y dificultad de concentración, así como cambios de humor, irritabilidad, apatía y depresión. También puede originarse una disminución de la libido.

Consecuencias a largo plazo

Las AOS pueden acabar provocando efectos cardiovasculares y cerebrovasculares. Entre estos se encontrarían la hipertensión arterial y pulmonar, las arritmias, la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardiaca, el ictus, la muerte súbita, así como efectos metabólicos (resistencia a la insulina, diabetes mellitus, síndrome metabólico), además de que también estarían en el origen de efectos neurocognitivos, que irían desde la demencia, hasta la depresión. Igualmente, el Dr. Ortiz apunta a una mayor tasa de accidentabilidad, a una disminución en la calidad de vida del paciente, una reducción del sueño o un mayor índice de complicaciones con medicamentos y ante procedimientos anestésicos.

Factores de riesgo

El jefe del Equipo de Otorrinos Dr. Ortiz asegura que entre los factores para desarrollar AOS se encuentran: el sobrepeso, las alteraciones anatómicas de la vía aérea superior,  la circunferencia de cuello (a mayor diámetro, más posibilidades de AOS), ser hombre o mujer posmenopáusica, tener una edad avanzada, consumir alcohol o bien sedantes o tranquilizantes y fumar.

Si quieres leer la entrevista completa con el Dr. Pablo Ortiz: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-consecuencias-salud-pueden-tener-apneas-largo-plazo-20231221083449.html