- Fue el primer centro privado de Madrid en contar con Código Ictus y
- Es uno de los hospitales privados que más intervenciones de Neurocirugía realizó el pasado año
El Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid atendió en 2015 más de 200 pacientes en Código Ictus un protocolo de intervención rápida para la atención coordinada y multidisciplinar que exigen las manifestaciones de esta enfermedad. Nuestra Señora del Rosario fue el primer hospital privado madrileño en activar un Código Ictus en 2008 y cuenta, además, con una Unidad de Ictus y un Servicio de Urgencias Neurológicas, Neuroquirúrgicas y de Neurodiagnóstico 24h. Por este servicio han entrado el 71 % de los pacientes neurológicos tratados en el Hospital en 2015, según explica el Dr. Antonio Cerdá, director médico del Hospital.
Además de la atención en Código Ictus, Nuestra Señora del Rosario ha sido uno de los hospitales privados de la Comunidad que más intervenciones de Neurocirugía ha realizado en el año 2015. Con un total de 212 intervenciones, de las cuales un 41% han sido de cráneo (intervenciones de tumores), un 49% de columna y el 9% restante otro tipo de patologías.
Incidencia del Ictus
Cada año se producen en España 125.000 casos nuevos de ictus, 342 al día. Se trata de la segunda causa de muerte en la población y la primera en el caso de la mujer. Es la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia. Una cuarta parte de los casos se da en menores de 65 años y un 15 % en personas de menos de 45 años, por lo que -en contra de lo que se suele pensar-, no se trata de un trastorno que afecta a las personas de edad avanzada.
En el ictus una rápida atención es vital a la hora de salvar vidas, ya que por cada minuto que se gana en atender al paciente, se suman 1,8 días de vida saludable. Esto es así porque cada minuto que pasa hasta que se trata el ictus, se pierden 1,9 millones de neuronas y 14.000 millones de sinapsis, según explica el doctor Ventura Anciones, responsable del Servicio de Neurología del Instituto de Neurociencias Avanzadas de Madrid (INEAMAD), integrado en el Hospital.
“A través del Código Ictus en el Hospital Nuestra Señora del Rosario hemos desarrollado un protocolo que coordina la atención de los profesionales sanitarios en el domicilio del enfermo con el equipo de urgencias y de guardia de Neurología del centro hospitalario, que posteriormente serán los encargados de atender a la persona que ha sufrido el ictus a su llegada al servicio de urgencias. Así, se activa la atención a estos pacientes en un tiempo récord”, explica el Dr. Francisco Gilo, especialista en Neurología y miembro del equipo médico de INEAMAD.
Cómo funciona el Código Ictus
El Código Ictus se rige por los principios de emergencia, diagnóstico precoz, cuidados específicos, traslado prioritario y coordinación asistencial. Su objetivo es que el paciente llegue al hospital dentro de las dos primeras horas desde el comienzo de los síntomas, bien derivado de Atención Primaria domiciliaria o de un servicio de Urgencias. En ambos casos, son los propios profesionales los que se comunican con la Coordinadora de Urgencias que activa el Código Ictus Extrahospitalario, ordena el traslado prioritario y contacta con las Urgencias Neurológicas y Neuroquirúrgicas 24 horas. Existe también un tercer escenario en el que el paciente acude directamente desde su domicilio.
El correcto funcionamiento del Código Ictus pasa por la coordinación de todos estos especialistas implicados en el abordaje del paciente aquejado de un accidente cerebrovascular, como son neurocirujanos, neurólogos y radiólogos, además de la disponibilidad de quirófanos y equipos de radiología que tengan TAC y Resonancia Magnética de alto campo.
Un TAC craneal permite distinguir si se trata de un infarto (ictus isquémico) o una hemorragia cerebral, –una cuestión fundamental a la hora de determinar el tratamiento–, señala el Dr. Gilo. En el primer caso, los especialistas se centrarán en liberar el área cerebral en la que la irrigación sanguínea está bloqueada; mientas que en el segundo, se realizará un tratamiento concreto en función del tipo de hemorragia que se trate.
Las instalaciones de la Unidad de Ictus cuentan con monitorización hemodinámica y electrocardiográfica durante 24 horas, sistemas de videovigilancia, además de la sala de Terapéutica Endovascular más avanzada de la Comunidad de Madrid donde el 80 % de los ictus hemorrágicos (“los más destructivos y con mayor índice de mortalidad”, recuerda el Dr. Rafael García de Sola, Jefe de Neurocirugía de INEAMAD) y más del 60 % de los isquémicos se resuelven mediante terapia endovascular, señala el doctor Alfredo Casasco, responsable de la Unidad Terapéutica Endovascular de INEAMAD.
Toda esta infraestructura se completa con los equipos de enfermería y auxiliar de clínica especializados en pacientes neurológicos, una Unidad de Cuidados Intensivos, equipos de alerta de guardia 24 horas durante los siete días de la semana de Neurología y Neurocirugía, servicios de Neurorradiología Intervencionista y Neurorrehabilitación, neurólogos especializados en estudios ecográficos cerebrales (dúplex transcraneal y de troncos supraórticos), protocolos específicos para estos pacientes y coordinación con el resto de servicios médicos implicados en la atención del ictus.
Para este amplio abordaje del paciente con ictus, es necesario “un gran esfuerzo” del centro hospitalario, destaca el doctor Rafael García de Sola.