En estos primeros días de verano es difícil que no se cuele en toda conversación alguna alusión al exceso de calor, a las altas temperaturas que estamos padeciendo en todo el país.

Es lógico que así sea, pero también lo es que conozcamos y tomemos algunas precauciones para proteger nuestro organismo de los efectos del calor extremo.

En esta situación, el organismo pierde una parte importante del agua de la que está compuesto a través del sudor. Este es un mecanismo de termorregulación del cuerpo para eliminar el exceso de temperatura. De ahí que haya que estar muy vigilantes con las personas ancianas, los niños o los enfermos crónicos, pues su organismo no es capaz de controlar la temperatura corporal y se puede producir un aumento de la misma o hipertermia. La mayoría son escenarios leves, pero la hipertermia grave o golpe de calor resulta peligrosa.

De igual modo hay que tener mucho cuidado con la exposición al sol. Eritemas, quemaduras y urticarias solares son las lesiones más frecuentes que aparecen cuando se toma en exceso. «La piel no tiene alzhéimer, no olvida y va a recordar siempre las quemaduras que tiene” comenta la Dra. Ana Ávarez-Vieitez, dermatóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario, quien advierte sobre la necesaria vigilancia a los más jóvenes: “Durante la infancia y la adolescencia hay que tener mucho cuidado con el exceso de radiación a la que está expuesta la piel, puesto que se va acumulando a lo largo de los años”.

Es importante también no olvidar que el sol no está únicamente en la playa o en la piscina, sino en la calle, en el campo y en todas partes. Por eso, hay que protegerse bien, con las cremas adecuadas y de una forma correcta. “Tengamos en cuenta que el exceso de radiación durante toda la vida puede hacer que las células degeneren y se conviertan en cancerígenas”, recuerda la especialista.

Tampoco se escapan de los temidos efectos del calor las varices, como subraya el Dr. Salvador Sánchez Coll, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular. Para evitar que empeoren en esta estación, aconseja lo siguiente:

  • Evitar las exposiciones prolongadas al sol: pues se previene el cáncer de piel y también la vasodilatación
  • Refrescar las piernas y, si se está en la playa, caminar en la arena mojada
  • Aplicarse crema hidratante tras el baño
  • Ingerir una dieta rica en fibra y pobre en sal

El sistema circulatorio se ve igualmente afectado por las altas temperatura. Como subraya el Dr. Antonio Álvarez-Viéitez, jefe del Servicio de Cardiología,  cuando el calor es muy extremo, el corazón tiene que trabajar hasta tres veces más de lo normal para poder controlar su temperatura. Si la persona no hace nada por remediarlo y, además, se tiene el corazón débil, se puede producir una insuficiencia cardiaca con signos de fatiga. Si a esto le sumamos que el riñón recibe menos sangre, hace que sus arterias se contraigan y sea incapaz de depurar la sangre, perdiendo sales y produciéndose la deshidratación. “Esto es lo que se conoce como golpe de calor, afección que hay que tratar inmediatamente ya que puede llegar a desencadenar situaciones de gravedad”, concluye el cardiólogo.