El trigémino es un nervio, que lleva la sensibilidad de la cara y controla alguno de los músculos que intervienen en la masticación. Más del 90% de los dolores que se tienen en la cara se producen por afectación del trigémino, desde los frecuentes dolores de muelas hasta los raros dolores neurálgicos postherpéticos. Este dolor suele tener dos causas:
- Irritación de las terminaciones nerviosas especializadas en transmitir el dolor (dolor por exceso de nocicepción). El dolor suele ser continuo, sordo, más o menos profundo. Responde relativamente bien a los analgésicos y a los mórficos. Este tipo de dolor es, por ejemplo, el que muchas personas han tenido alguna vez en la vida tras una afección dentaria.
- El nervio o parte de él se secciona y el cerebro deja de percibir información, por estar cortadas las aferencias sensoriales normales. Este dolor por “desaferentización” es como electrizante, muy intenso, a veces se presenta como en salvas o ataques. A la persona que lo sufre le llama la atención que se produce en las zonas de la cara que no siente. Este dolor responde muy rara vez a los analgésicos habituales o a la morfina. El mejor ejemplo de este tipo de dolor es la neuralgia post-herpética (tras sufrir una infección por herpes zoster).
Como regla general, cualquier tipo de dolor ha de ser tratado médicamente (analgésicos, antidepresivos, algún tipo de medicación antiepiléptica). Cuando no responde a este tratamiento ni a infiltraciones anestésicas (si estuviera indicado realizarlas), es cuando se piensa en el tratamiento quirúrgico.
Tipos de Dolor Facial
Entre los dolores faciales que pueden ser solventados mediante una intervención quirúrgica, podemos distinguir los siguientes:
- Neuralgia esencial del trigémino: Es un tipo de dolor especial de origen desconocido, que no se puede encuadrar en ninguno de los dos tipos anteriormente referidos. Por sus características se le denomina también Tic Doloroso, por tratarse de un dolor muy intenso, como una descarga eléctrica, que suele presentarse en salvas de varias descargas continuadas. Se localiza en un solo lado de la cara, en una, dos o en las tres ramas (frente, mejilla o mandíbula) en las que se divide el nervio trigémino. Al principio el dolor se presenta de forma muy esporádica. Pero a medida que pasan los años el dolor aparece en salvas cada vez de mayor duración y los intervalos de tiempo libres de dolor se van reduciendo. El dolor se puede desencadenar al tocarse, comer, hablar, con corrientes de aire, etc., de forma que, en ocasiones, llega a impedir lavarse los dientes, afeitarse o incluso comer. En los momentos que está sin dolor, la persona que lo sufre no nota en su cara ninguna alteración en la sensibilidad.
Tratamiento
Cuando no responde al tratamiento farmacológico se recurre a la cirugía, que se puede realizar de dos modos:
- A nivel del Ganglio de Gasser: consiste en llegar con una aguja (que se introduce a través de la mejilla) a una estructura que es como una estación intermedia del nervio (Ganglio de Gasser) para romper las fibras que llevan el dolor, intentando respetar las fibras que transportan la sensibilidad normal y las que controlan la musculatura masticadora.
- Descompresión microvascular: Consiste en realizar una apertura del cráneo y llegar, con técnicas microquirúrgicas, a la zona en la que el nervio entra al tronco cerebral. El artífice de esta técnica, Jannetta, ha demostrado que en un alto porcentaje de casos (superior al 95%) hay una arteria o una vena comprimiendo el nervio y que esta podría ser la causa del dolor. Esta intervención es indicada cada vez más, excepto que existan condiciones que pudieran hacerla de alto riesgo (edad muy avanzada, afectación pulmonar o cardíaca grave, etc.)
- Neuralgia no esencial del trigémino: Se caracteriza por dolor en una zona de la cara pero, a diferencia de la Neuralgia del Trigémino típica, el dolor es más bien continuo, aunque tenga momentos de exacerbación. Además, la zona de la cara que duele tiene una pérdida de sensibilidad.
Este dolor suele estar causado por la existencia de malformaciones vasculares o tumores benignos o malignos, que afectan al nervio trigémino en algún lugar de su trayecto
TratamientoUna vez diagnosticada –generalmente con Resonancia y/o TAC- y hallada la causa, el tratamiento quirúrgico de la lesión que está afectando el nervio trigémino a veces debe combinarse con radioterapia o quimioterapia, si estuviera indicado.- Otras causas de dolor facial no típico del nervio trigémino pueden deberse a accidentes, traumatismos o cirugía compleja a nivel del macizo facial, que pueden dejar cicatrices que engloben al nervio o incluso tener que sacrificar alguna de sus ramas.
- En estos últimos casos, así como en la persistencia de dolor a pesar de haber intervenido y tratado los tumores que pudieran afectar al trigémino, el tratamiento de la neuralgia resultante es complejo. En estos casos, el paciente es derivado a la Unidad del Dolor en la que se barajan las posibilidades de actuación a nivel del ganglio de Gasser (como en la neuralgia del trigémino típica), infiltraciones, tratamientos complejos con mórficos, etc. Los resultados, por lo general, no son tan brillantes como en la neuralgia del trigémino típica.
- Cuando fallan estas actuaciones, aún queda la posibilidad neuroquirúrgica de proceder a la exploración y estimulación crónica de una zona determinada de la corteza cerebral. Esto precisa una pequeña craneotomía y técnicas muy sofisticadas de exploración neurofisiológica intraoperatorias y de neuronavegación, para asegurar la correcta colocación de los electrodos, que se conectan posteriormente a una especie de marcapasos que permite mantener la estimulación con los parámetros y tiempo que precise cada paciente.
Neuralgia post herpes / Anestesia dolorosa de la cara:
La Neuralgia post herpes se produce tras una afectación del nervio trigémino por el herpes zoster. La Anestesia dolorosa de la cara, por todas aquellas causas que pueden seccionar anatómica o funcionalmente el nervio (las actuaciones ya descritas a nivel del ganglio de Gasser, accidentes, cirugía…).
Tratamiento
Lo característico es que el paciente que la sufre tiene una anestesia completa de la zona dolorosa. No suele responder a los analgésicos más potentes como la morfina, por lo que la actuación terapéutica actual es compleja y debe ser diseñada en una Unidad del Dolor.
Si el dolor persiste, se valora las posibilidades neuroquirúrgicas, que presentan un bajo índice de éxitos. Éstas se reducen hoy día a prácticamente dos:
- Estimulación a nivel del cortex cerebral
- Estimulación a nivel talámico. Similar, aunque en diferentes núcleos, a la que actualmente se lleva a cabo en la enfermedad de Parkinson.
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