El Dr. Francisco Gilo recomienda seguir algunas pautas para lograr el adecuado descanso nocturno

En la actualidad, unos 3.000 millones de personas están bajo medidas de confinamiento en el mundo para evitar la propagación del coronavirus. Los individuos que están sometidos a estados de cuarentena son más propensos a desarrollar síntomas psicológicos como el estrés, el mal humor o el nerviosismo. En este contexto, uno de los desórdenes que afloran es el insomnio. “El cambio de las rutinas previas, la adaptación al teletrabajo, las incertidumbres laborales y la preocupación por la enfermedad en el entorno familiar son un caldo de cultivo para impedir el adecuado descanso nocturno”, destaca el Dr. Francisco Gilo, del Servicio de Neurología del Hospital Nuestra Señora del Rosario.

El sueño es un elemento fundamental para la salud del organismo: “Cuando este se ve interrumpido, se altera la capacidad de concentración, el control de los impulsos e, incluso, se puede ver distorsionado el sistema inmune, que sirve para regular el sistema defensivo del organismo”, abunda el neurólogo.

Un trabajo reciente, que analiza los efectos psicológicos de otros estados de cuarentena durante las pandemias víricas más relevantes desde el año 2000, observa que los factores que predisponen al estrés son la duración de la propia cuarentena por encima de 10 días, el aburrimiento y el aislamiento social, el miedo a la infección de la propia persona y de sus seres queridos, la posibilidad de sufrir desabastecimiento y la información insuficiente acerca del proceso.

Recomendaciones

Para tratar de solventar el insomnio durante este periodo de confinamiento que vive la población, el especialista del Hospital Nuestra Señora del Rosario recomienda seguir las siguientes pautas:

  • Establecer unas rutinas para el descanso y la alimentación.
  • Evitar el exceso de alcohol y de café.
  • Identificar y aceptar las preocupaciones.
  • Mantener la temperatura del domicilio no excesivamente elevada.
  • Practicar un poco de ejercicio físico.